El reciente nombramiento de Anutin Charnvirakul como próximo primer ministro de Tailandia representa un cambio significativo en el panorama político del país, especialmente en relación con la legalización de los casinos. Charnvirakul, líder del partido Bhumjaithai y conocido por su apoyo a la legalización del cannabis medicinal, ha sido una voz firme en contra de la apertura de casinos en Tailandia, lo que prácticamente descarta la posibilidad de aprobar un proyecto de ley de casinos por la vía rápida.
Hasta ahora, el gobierno había avanzado en la aprobación de un proyecto de ley que permitiría la apertura de casinos en complejos turísticos integrados, diseñados para incluir hoteles, centros comerciales, salas de conciertos y atracciones similares. Este proyecto también contemplaba restricciones para garantizar que los ciudadanos tailandeses no tuvieran acceso libre a los casinos, además de un marco regulatorio estricto para el sector.
Sin embargo, la elección de Charnvirakul y su postura en contra de la legalización de los casinos plantean nuevos obstáculos políticos y sociales para estos planes. La oposición del nuevo liderazgo podría retrasar, modificar o incluso bloquear la implementación de la legislación, reflejando las tensiones existentes entre intereses económicos, sociales y culturales en Tailandia respecto a la expansión del juego en el país.
